—¿Qué tiene que ver la persona con la que me voy a casar contigo? No olvides que nos hemos divorciado y llevamos cinco años viviendo separados.
—Por supuesto que tiene que ver conmigo. No me importa con quién quieras casarte, pero esta mujer será la madrastra de Carla en el futuro. Debería tener derecho a cuestionarla si es malvada y mala con ella, ¿no?
—No tienes que preocuparte por eso porque Carla ya no tiene nada que ver contigo —dijo con frialdad—. Además, te lo advierto. No te acerques a ella. O si no, ni siquiera me importará el hecho de que una vez estuvimos casados. ¿Todavía no te vas?
Aunque en aquel entonces hubiera una fisura en su vida matrimonial, o estuvieran separados por cualquier motivo, Delfina no debería haber dejado sola a su hija recién nacida y no haberla visitado ni una sola vez en los últimos cinco años.