Capítulo 207 Al menos alguien que le guste a Carla
La pequeña parecía estar cansada mientras se recostaba contra el hombro de su padre y permanecía callada. Santiago le daba palmaditas en la espalda de forma intermitente, como si la estuviera durmiendo. Luego, se sentó en un banco con ella en brazos.
Delfina le siguió.
—¿Qué pasa? ¿Está cansada?
—Estaba muy asustada cuando vio los pájaros y le da sueño cuando se relaja.