Tras salir del hospital, no se molestaron en volver a casa. En su lugar, llamaron a su ama de llaves y le indicaron que cuidara de los dos niños antes de dirigirse a la empresa. Si un asunto tan importante había ocurrido en la obra, iba a haber un problema.
Como era lógico, en tan sólo una hora, la noticia se había extendido por toda la red.
—Señor Echegaray, las noticias sobre el equipo de demolición golpeando a la gente ya son tendencia.
En cuanto Santiago entró en la empresa, el jefe del departamento de Relaciones Públicas se acercó a él.
—Llamamos a los medios de comunicación para intentar eliminar las tendencias, pero no pudimos evitar que las principales plataformas salieran a la luz una tras otra. Ya era demasiado tarde.