—¿No te has dado cuenta todavía? Todos los invitados aquí no están acompañados por sus asistentes. Si Raúl quisiera acosarte, tendría que venir él mismo.
Al escuchar el análisis de Delfina, Claudia preguntó:
—Si no es él, ¿quién más puede ser?
—Quizás tenga algo que ver con su tarjeta de invitación.
Sus miradas se posaron en la mesa donde estaban la tarjeta de invitación de Claudia y una tarjeta de habitación libre. Todo el crucero estaba rodeado de misterio, o por decirlo de otra manera, de extrañeza.
—¿Es ese el caso? —Claudia nunca tuvo miedo de nada. Sin embargo, cuando vislumbró la conectividad celular en su teléfono, se sobresaltó—. ¿No hay conectividad en el crucero?