—No tengo tiempo para debatir esto contigo. Date prisa y búscalos. —Raúl miró a su alrededor.
Desafortunadamente, sólo se encontró con Jaime un puñado de veces antes y no recordaba el aspecto de la otra parte. No había manera de que pudiera ver con facilidad a Jaime entre la multitud, así que sólo pudo mirar a Santiago, quien miró un punto en la distancia.
—Todosí.
Siguiendo la mirada de Santiago, Raúl vio a Jaime de pie junto a la barra en la distancia. Jaime sostenía una copa de vino en la mano mientras charlaba alegre con la gente que lo rodeaba. Raúl estaba a punto de dirigirse hacia allí cuando fue detenido por Santiago.