En la sede del Grupo Echegaray, había incienso con aroma a hojas de té ardiendo. El refrescante aroma había creado un buen tono para que la gente se concentrara.
Aunque Santiago no era viejo, era bastante anticuado. Hacía las cosas de manera mínima y siempre tenía una expresión estoica. Tal vez por eso estaba a cargo de la empresa a una edad tan temprana. Además, era muy respetado por todos.
—Señor Echegaray, el Proyecto Perla está casi finalizado. Estas son las últimas actualizaciones.
—Muy bien. —Tomó los documentos y los hojeó mientras se apoyaba en el sofá. En ese momento, preguntó casualmente—: ¿Cómo están las cosas en el hospital?
En seguida, Paco respondió:
—La operación ha ido bien. La señora Echegaray ha estado cuidando de su abuela por su cuenta, y se está recuperando bien y será dada de alta en una semana. Además, la señora Echegaray ha estado buscando casas.