Capítulo 51 ¿Hubo suficientes regalos de boda?
- Delfina entró en el estudio por la noche para servir a Santiago un poco de té.
- Al oír que se abría la puerta, le indicó sin levantar la vista:
- —Bájala.
- Aunque hizo lo que él le pidió, se quedó allí sin salir.
- Finalmente, levantó la vista hacia ella.
- —¿Necesitas algo más?