Tabla de contenidos
+ Añadir a tu biblioteca
Capítulo 58 Incapaz de salvar o dañar a nadie
- ―«No lo hice». ―Delfina movió la cabeza furiosamente para negarlo.
- —¿No te uniste a Gerardo, o no me envenenaste? ―Santiago soltó otro bufido―.
- Ah, se me olvidaba. No tuviste tiempo de envenenarme, ¿verdad?
- Delfina se apoyó en el cabecero con la impotencia reflejada en sus ojos. No podía hacer nada más que sacudir la cabeza y negarlo.
- ―«En verdad no sé qué hace esa botella de medicina. No era la misma que me dieron antes».
- Santiago se impacientó.
?rubíes
?rubíes+Give?zafiros
US$ 9.99
Elige un método de pago